viernes, 7 de agosto de 2009

El periodismo un trabajo sumamente peligrosos para practicarlo en México

Esaú González

Pénjamo, Guanajuato.
Dentro del informe “Buendía” que describe las circunstancias y obstáculos al ejercicio del periodismo en México, narra que el reportero es uno de los trabajos más peligrosos y que en Guanajuato en el 2008 ocurrieron 4 agresiones directas e indirectas a periodistas.
El documento en el que se detallan los problemas a la libertad de expresión señala que las estadísticas en que un reportero es asesinado mensualmente.
Sin embargo en el plano estatal Guanajuato no esta exento de esta problemática, pues según el desplegado que se dio a conocer hace un mes en México, se ocupa el lugar 20 en el país con conflictos con periodistas es decir estamos por encima de Jalisco, Baja California Sur, Nayarit entre otros.
En Guanajuato
En el Estado la cifra incluye dos agresiones directas por elementos de Seguridad Pública y de la Policía Ministerial del Estado a reporteros que cubren la fuente policiaca en la ciudad de León, con fecha del incidente del 30 de enero del 2008.
Además en la agresión física hecha a un reportero que trabaja para una revista de tinte político en Romita, donde el presidente municipal Felipe Durán Muñoz lo aventó por que le disgusto una nota relacionada al funcionamiento de su administración.
Al igual en el sentido de agresiones indirectas se encuentra la averiguación previa contra agentes de la PME elaborada por Jesús Lemus Barajas, director del periódico El Tiempo al que se le vinculo con integrantes de La Familia Michoacana cuando realizaba una investigación en Cuerámaro.
Fuera de este contexto 2008, la última agresión a un reportero de la entidad fue la semana pasada que fue levantado y amenazado por dos hombres armados para evitar que publicara algo relacionado con la extracción de tezontle en el área de La Montañita, en San Diego de la Unión.
Con ello se evidencia una ascendente escala de violencia contra informadores y representa el porcentaje más alto que se recuerde en los últimos tres lustros en México.
De esta forma el ejercicio del periodismo en Guanajuato cada vez se vuelve más complicado en el sentido de que las agresiones e intimidaciones, formulan un panorama complicado para ejercer el periodismo sin arriesgar la integridad y trabajo de los reporteros.

Preocupante
En base a este reporte, a lo largo de 2008, se registraron 223 casos contra las libertades de expresión e información: 85.1% fueron agresiones directas e indirectas contra periodistas, en tanto que 14.7% lo constituyeron agresiones directas e indirectas contra medios.
En 2008 sobresalió la violencia contra el quehacer informativo, lo cual se reflejó tanto en asesinatos como en amenazas, intimidaciones y agresiones físicas.
Los reporteros sumaron 33.3% del total de los actos contra el quehacer periodístico y los foto reporteros 10.8%; le siguieron directores (11%), corresponsales (10%) columnistas (5.7%), locutores (4.7), entre otros.
    

Civiles indefensos: autoridad

Esaú González
El ataque a las instalaciones de la Procuraduría de Justicia en el Estado de Guanajuato con sede en Irapuato por un grupo armado, dejó a un agente de la Policía Ministerial muerto, pero lo más preocupante una persona perdió la vida sin siquiera saber que había pasado.

El recrudecimiento del crimen organizado en México ha llegado a niveles insopechables y ha alcanzado el temor de una población carente de garantias y paz segura.

6 de Agosto del 2009.
"Me acababa de meter a cenar cuando se escucharon cuetes", dijo un vecino. "Después, comenzó a salir humo del Cereso y había policías en las calles que gritaban que no saliéramos".
Así narraba la gente que vivió de cerca el ataque a las instalaciones de Seguridad y Procuración de Justicia en Irapuato.
Eran las 20:20 horas, justo el momento en que decenas de colonos de Los Agaves y Valle de Las Flores se encontraban en las calles haciendo sus actividades normales.
Al fondo de la avenida principal La Flor, una patrulla de la Policía Preventiva, cerró el único acceso a estas dos colonias.
Aquí, se escuchaba que un uniformado tirado en el piso gritaba "quién eres, identifícate" al momento que descargaba su rifle R-15 contra los vidrios de una vivienda.
En ese momento los vecinos se dieron cuenta de lo que sucedía, no era una broma.
Los agarró a media calle
En tanto, explosiones de granadas y cientos de balazos se dejaron escuchar en la calle Teresa Vara, donde se encuentran las instalaciones de Tránsito y Policía Municipal, Ministerio Público, Policía Ministerial, Juzgados Penales, el Semefo y el Cereso.
"No alcancé a llegar a mi casa" decía un hombre, mientras se resguardaba en el cobertizo de una tienda de abarrotes, luego de que la Policía les diera la instrucción "métanse le van a dar un balazo".
En cuestión de segundos militares, ministeriales y municipales estaban en los techos de las casas, en las esquinas de las calles y en vehículos revisando minuciosamente cada centímetro.
Con rifles en mano, ametralladoras y pistolas decían "en fila, no se separen, estamos en la línea de los putazos", dijo el jefe de uno de los grupos que se llevó a un reportero custodiando para evitar que le ocurriera algo.