lunes, 3 de enero de 2011

Atletas de "Peso".


La historia que describó a continuación me parecer singular, espero les guste y reflexión, por que a veces tenemos todo y nos sentimos sin nada, ellos tienen poco y han ganado todo...


por Esaú González

Manuel Doblado, Guanajuato, México


Las proezas que han realizado tanto Uriel Ramírez como Luis Manuel García han sido tan grandiosas que pocas personas hubieran pensado que el nacer con capacidades diferentes les iba a dar el respeto de adversarios y amigos al ser un par de “campeones de peso”. Los atletas, son considerados dentro de los mejores en México como levantadores de pesas, sin embargo antes de llegar a la cima del deporte, su vida fue complicada.


Luis no caminaba


Luis Manuel García Meléndez tiene 30 años de edad, pero su vida apenas comenzó hace poco menos de 15 años por que antes de esa fecha estaba sentado un una silla o recostado en el colchón de una cama por que no podía caminar y veía muy poco.


El joven pertenece a una familia conformada por siete hermanos más, un padre y una madre que se dedican a curtir pieles para la elaboración de zapatos.


Luis desde pequeño tuvo un problema tan grave que los médicos le habían dado pocas posibilidades de vivir, incluso el pronóstico era que se la iba a pasar inmóvil, pero a los 16 años tuvo en su mente que tenía que hacer algo por su vida.


Empezó a medio caminar por que al salir a la calle no podía mantenerse en pie y frecuentemente se caía, a pesar de ello lo seguía intentando. Un día entró a un gimnasio a realizar ejercicio por que al menos se quería sentir útil y de ahí partieron sus hazañas físicas.


Primero empezó con una rutina para fortalecer su frágil cuerpo con ayuda de los entrenadores Agustín y Mauricio Gómez Ramírez, quienes estaban asombrados por la gran dedicación que tenía el muchacho de aquel entonces, por que aunque caminaba era un reto ser “alguien”.


“No podía caminar, empecé a caminar a los 16 años, mis problemas son las piernas; estaba muy deprimido, decía quiero ir al gimnasio; mi sueño es ser alguien en la vida, me gustaría echarle ganas a todo a seguir adelante con mis sueños; yo quería caminar como los demás, jugar fútbol, mi sueño es conocer al equipo americanista” dijo el atleta.


Uriel el bailarín


El otro caso es el de Uriel Ramírez Ferrer, un muchacho inquieto que desde que nació sus padres sabían que iba a tener síndrome de Down y que la mayor parte de su vida tendría que tener una persona a su lado para que lo cuidara, pero su historia no ha sido así.


El dobladense al igual que Luis comenzó a ir al gimnasio por que ahí lo tomaban en cuenta y podía su fuerza a través aparatos que reforzaban su temperamento y necesidades de cambiar su entorno familiar.


Uriel es un joven muy alegre que le encanta bailar, cantar y tocar instrumentos musicales por que desde pequeño formaba parte del grupo musical, “Azi” en el que tocaba un güiro. Otra de sus facetas es el vestirse con ropa vaquera, por que siente que vive en un sueño en el que el campo le da la posibilidad de respirar e imaginar su vida como la de los demás.


Mal trago: falleció uno de sus amigos.


Agustín Gómez, apuntó que no todo ha sido “miel sobre hojuelas” por el contrario han tenido tantos tragos amargos que pudieran llevar un tinaco.


Uno de ellos es la falta de apoyo a los deportistas por que los gobiernos creen que se trata de juegos o de situaciones en la que este tipo de atletas aunque destaquen son poco importantes en los logros que realizan.


Sin embargo los lados malos se compensan con sonrisas, aplausos, gritos, porras, lágrimas, abrazos y en otras ocasiones por situaciones tan delicadas que en lugar de hacer trastabillar a una persona evocan su ímpetu para llegar a triunfar.


El entrenador de los deportistas, mencionó que uno de estos actos los tuvo en el último campamento nacional efectuado en Hermosillo Sonora, por que en esa ocasión ni Uriel o Luis querían hablar, estaban tan serios que su cara mostraba un lado que no había apreciado.


“Una experiencia que ellos me dieron, les dije vamos hacer todo por sus familias, amigos y no hablaban ninguno de los dos; Luis dijo estas olimpiadas se las vamos a dedicar a Toño, es un atleta especial que falleció hace año y medio; era atleta de lanzamiento de bala, el falleció, salió Luis y dijeron que lo iban hacer por él; al final ganaron cuatro medallas cada uno” dijo Agustín.


Entrenan con ganas.


El capacitador y su hermano Mauricio, comentaron que tan fuerte ha sido la preparación de los atletas que muchas personas dudaban de sus grandes capacidades.


Una vez dijo Mauricio que llegaron varios elementos de la policía ministerial al gimnasio a levantar pesas y retar a Luis y Uriel; ahí intentaron levantar cierto peso, pero no pudieron y por el contrario los deportistas lo hicieron al doble.


Con ellos el amor por vivir, las ganas de querer mejorar sus vidas y el hecho de destacar en el deporte, ha hecho que estos atletas, tengan capacidades tan grandes que pareciera que no son de capacidades diferentes.




Agustín entrenador


“Tiene que tener el doble o triple de cuidado con ellos, tiene que tener mucho cuidado con ellos, al principio los miraba, sin pensar se fue dando y ahora nos vemos como parte de una misma familia, ojala otros personas como ellos o sus familiares no los vean como personas diferentes, sino como unos verdaderos atletas”



· Luis y Uriel participan en tres categorías distintas: peso muerto, sentadilla y de banca y en los tres compiten y han obtenido los primeros lugares en su rama que se divide a su vez en pesos.



· En la olimpiada nacional para persona con capacidades diferentes Luis y Uriel obuvieron cuatro medallas cada uno. 6 de segundo lugar, una de tercer lugar y una con el primer lugar.



· En la olimpiada nacional de Mérida Yucatán, Luis obtuvo cuatro primeros lugares y fue destacado dentro de los cinco mejores deportistas de México en su categoría de un total de mil participantes.




¿Quién es Luis García?


Tiene 30 años, es un joven de estatura media, usa lentes, es delgado, aficionado al equipo de fútbol América al que sueña estar junto a los jugadores. Es el cuarto de ocho hermanos y dentro de experiencia deportiva esta rankeado en los primeros diez lugares a nivel nacional en levantamiento de pesas en la categoría de los 70 kilos.


En la competencia de olimpiadas especiales celebrada en Yucatán, fue reconocido como uno de los cinco mejores atletas al conseguir cuatro medallas de plata. A los 16 años comenzó a caminar.



¿Quién es Uriel Ramírez?


Es un joven de 30 años que tiene síndrome de Down. Es el cuarto hijo de seis hermanos. Uno de sus gustos más grandes es bailar, tocar la guitarra y el güiro. Dentro de sus logros deportivos tiene cuatro medallas dentro de la categoría de 100 kilos.


Uno de sus recuerdos tristes, al igual que Luis es el fallecimiento de Antonio León, un atleta especial con especialidad en lanzamiento de bala que perdió la vida por una complicación física.

    

Manos de Atole



por Esaú González




Pénjamo, Guanajuato, México.


Francisco García Guerrero 61 años, originario de Las Ánimas, junto con su esposa Elisa Gaona han sabido llevar el sabor del atole de garbanzo y maíz por las calles de Pénjamo. Los artesanos no sólo han encontrado clientes, sino amigos.


A 20 años de hacer una de las bebidas consideradas tradicionales, Francisco y Elisa se han consolidado en un negocio que a parte de ser “único” por que nada más ellos se dedican a vender sólo atole, han sabido ir creando un sabor inigualable.


Desde las 4 de la mañana el proceso para fabricar el atole blanco o también llamado puscua, forma parte de la elaboración, aquí se limpia el garbanzo, se tuesta, se lleva a moler y luego se mescla con canela antes de ponerse a hervir.


Luego a las siete de la mañana esta pareja con más de 27 años de casados, salen a las calles y ayudados de una carretilla que modificaron llenan algunos botes con atole para venderlos desde muy temprana hora en puntos en los que algunos trabajadores los esperan con una bebida caliente.


“Tenemos 20 años haciendo atole, blanco y de garbanzo, teníamos mucha necesidad y nos pusimos a vender atole; aquí la gente nos compra y nos gusta vender por que tenemos muchas amistades, la gente que nos ve feo le sonreímos por que esperamos ganárnosla” dijo Francisco.


El smog lea hizo daño


Dentro de sus recuerdos, los “atoleros” contaron que cuando decidieron casarse se fueron a vivir a la ciudad de México por que los padre de Francisco eran de ese lugar y por ahí podrían encontrar trabajo con mayor facilidad.


Elisa Gaona, dijo que en el año 1985 cuando ocurrió el temblor del 19 de septiembre, fue el primer aviso para regresar a Pénjamo por que a penas tenía 39 días que acababa de nacer su único hijo y fue le primera vez que observaba como se movían los edificios y algunos caían.


Por su parte Francisco, contó que dentro de sus labores como jardinero, vio como unas oficinas se venían abajo y como ocurrían algunos hechos a los que considero como milagros por que la gente se hincaba a rezar y las personas que estaban molestas entre ellas se abrazaban.


“Nunca había visto que temblará, y tembló bien feo, un edificio se cayó a un lado de mi, me tocó sacar gente, hubo varios temblores; mejor me hinque a rezar, dicen que a esa hora andaban unos policías que no se hablaban y a esa hora se abrazaron, fue muy feo” dijo Francisco.


A partir de ese momento, Elisa regreso a la localidad por que a parte del miedo que tenía le dijeron que la contaminación le estaba ocasionando problemas en su salud, “el clima no me asentó, el doctor nos dijo que si quería vivir me olvidará de México”.


Francisco a los pocos años de que pensionó también regreso al municipio y a partir de ahí comenzó el negocio de vender atole. Los esposos son muy peculiares por que usualmente siempre están contentos, en especial Francisco, quien no le importa bailar o contar algún chiste para hacer sentir bien a los que los rodean.


En fin de este par de penjamenses han demostrado que a partir de un negocio pequeño se puede generar dinero para el sustento de su familia, dar realce a una alimento tradicional y lo más importante hacer amistades.



Sabías que… un vaso de atole blanco o puscua lo venden a tan sólo un peso y un vaso de atole de garbanzo a tres pesos.

    

Dulces en Carretera



por Esaú González


Manuel Doblado, Guanajuato


Desde hace cuarenta años José Luis Sánchez Salazar de 72 años se dedica a fabricar dulces de temporada y los vende en una carretilla frente a su casa situada en la carretera Manuel Doblado-Romita.


El hombre de baja estatura, canoso, de complexión media originario del poblado de Tangamanga, pareciera esta en la nada, por que cuando se pone a vender dulces de calabaza y chilacayote el camino en el que se instala no es muy transitado.


Desde de las ocho de la mañana, José Luis, esta listo para comenzar el día y tratar reunir un poco de dinero con el que pueda mantener a su esposa y dos hijos que aún viven con él.


Opción para no ir de ilegal


El dobladense de oficio dulcero, mencionó que después de que se caso, se dio cuenta que el viajar a los Estados Unidos como ilegal no era muy bueno, por que en su casa había un trabajo que lo esperaba y que aunque se ganaba poco dinero podía dar de comer a su familia.


Sánchez Salazar recordó que las jornadas que tuvo en el país “del sueño americano” eran muy extenuantes, además de que no podía convivir con sus familiares como lo hacía en México.


Un día decidió casarse y como su pareja lo apoyo para que no se fuera nuevamente, comenzó a vender dulces regionales en su casa y en fiestas.


Con el paso del tiempo se dio cuenta en el municipio estaba a gusto, no le faltaba, tampoco le sobraba, pero estaba con sus hijos, con sus papás, amigos y lo mejor de todo es que tenía trabajo.


A sus 72 años, José Luis, abundó en decir que aunque pareciera que se vende poco dulce en la carretera, tiene algunos clientes que vienen exclusivamente a adquirir sus productos, incluso en este época es común que los migrantes se lleven las “golosinas” hacía los Estados Unidos.


“Tengo 40 años haciendo dulce, aquí los vendo en la carretera, a veces voy a las fiestas, los norteños, llegan y se llevan varios pedazos; muchos llegan y les doy la prueba y se llevan los dulces, de aquí se ha mantenido a mi esposa, con esto me mantengo” dijo el hombre.


¿Cómo se hace el dulce?


El dulcero, dio a conocer que para realizar un dulce de camote o chilacayote, que son los dos productos que maneja en este momento, lo hace durante la noche con el pelado, corte y posteriormente “cura” con cal cada uno de los trozos.


Al igual, en el proceso de elaboración utiliza cuatro kilos de azúcar por cinco de la fruta que va a transformar en dulce.


“La calabaza se pela, se cortan los pedazos y se curte en cal toda la noche; se sancocha, se pican y luego se le echa kilo por kilo, si una calabaza pesa cinco kilos se le pone cuatro kilos de azúcar, el chilacayote igual” dijo el dobladense.


Con ello el oficio de dulcero es una muestra de que con un poco de ingenio se pueden realizar algunas acciones que aunque parezcan sencillas en este caso han engrandecido a un hombre que ha sabido elaborar dulces por más de cuatro décadas.