miércoles, 7 de marzo de 2012

El aire huele a llanto



Por Esaú González

Cuerámaro,Guanajuato.

El primer cuadro de la ciudad, quedó paralizado por que había luto en la zona. Los cuerpos de dos estudiantes y un policía eran velados en la misma área. Octavio Alvarado Meléndez de 20 años, ha sido el primero en ser sepultado, los otros dos hoy serán enterrados en el panteón municipal.

Los cuetes que anunciaban la salida de un cueramarense formaban parte del escenario en el cielo de Cuerámaro; un estallido tras otro resaltaba la despedida del dirigente del Frente Juvenil Revolucionario FJR a lo que sería su última morada.

Octavio Alvarado Meléndez, había dejado a su paso a amigos, compañeros, enemigos y familiares, todos ellos aún estaban incrédulos sobre lo que había ocurrido, un día antes, cuando había perdido la vida él y su amigo Pablo Cesar Magdalena Pulido, ambos con 20 años.

La calle Álvaro Obregón, 20 de Noviembre, José María Arteaga, entre otras, fueron cerradas al tráfico vehicular por que la distancia entre la casa de los estudiantes y el policía fallecido, Aurelio Villanueva Ventura de 43 años, eran muy singulares.

En las calles había silencio, algunas personas llevaban en las manos flores, otras comentaban que había ocurrido por que se consideraba que había un luto general que invadía el corazón de la ciudad.

Aunque los universitarios eran ajenos al policía municipal, sí guardaban cercanía como vecinos, aunado a que en Cuerámaro la mayoría de los pobladores se conocen entre si, al ser una localidad pequeña que apenas llega a los 25 mil habitantes.

Familiares de Pablo informaron que esperarían un día más para que algunos de sus familiares que tenía en los Estados Unidos, pudieran despedirlo y de la misma forma a Aurelio, el velorio iba a tardar un poco más a fin de que le den un adiós.

El hecho es que la vida de estos personajes se entrelazan por su demografía, por su profesión y por el sentido de vecindad que había por el hecho de que eran de Cuerámaro.

El llanto, ha invadido las calles de esta localidad que demuestra que en el dolor, la unidad, esta por encima de la falta de empleo, la falta de seguridad social, pobreza, riqueza u otros factores sociales, pues al final la muerte es igualitaria en cualquiera de estos aspectos.

Énfasis

La misa de cuerpo será el día de hoy jueves; aún no se define el horario por que estarán a la espera de que lleguen algunos familiares de las personas fallecidas.

    

lunes, 5 de marzo de 2012

Sólo quiere ver a sus hijos



Esaú González

Abasolo/Irapuato

Las cuatro hermanas de Miguel Ángel Sandoval de 48 años, tiene ocho días intentando encontrar a su hermano que desapareció en el poblado de Arandas en Irapuato. Las mujeres, dijeron que inclusive ya fueron al Servicio Médico Forense para nadie las ha podido ayudar.

El pasado 27 de febrero, el irapuatense fue visto por última vez desde que salió a dar una vuelta en bicicleta de su casa ubicada en la calle Hermenegildo Galeana y a la fecha no han podido dar con su paradero.

Las hermanas de Miguel Ángel, relataron que su consanguíneo usaba un pants azul, sudadera gris, zapatos negros, sombrero de palma, cojea de la pierna izquierda, es moreno, de baja estatura, delgado, pelo canoso y padece de sus facultades mentales.

María Guadalupe, María Elena, Teresa y Juana relataron que su hermano comenzó a enfermar, posterior a que tuvo un accidente en el que perdió la sensibilidad de lo que ocurría a su alrededor.

Una de las situaciones que más le preocupaban a Miguel Ángel, era que había dejado de ver a sus hijos y a su madre que había fallecido hace pocos años, siendo las personas con las que compartía un lazo a amistad y fraternidad mayor entre sus familiares.

Las hermanas del hombre, fueron a las instalaciones de Seguridad Pública en Abasolo para reportar el hecho, al igual comentaron que ya levantaron una denuncia en el Ministerio Público y en quejas en las dependencias de ayuda en la zona, pero en ningún lado las han podido ayudar.

“Lo que queremos saber es donde esta; ya fuimos a donde hacen las autopsias para ver si estaba ahí, pero no hay nada; estamos muy tristes por que a pesar de que padecía de sus facultades, era muy tranquilo y lo único que pedía era ver a sus hijos que después de su accidentes se alejaron de él a pesar de que los adora” concluyeron.